El presidente Nayib Bukele inició su discurso destacando los logros obtenidos en los últimos años, especialmente en seguridad. Según su evaluación, el régimen de excepción ha sido la herramienta clave para reducir significativamente la violencia en El Salvador.
Argumentó que esta política ha permitido la captura de miles de criminales y la disminución de homicidios a niveles históricos. En su intervención, enfatizó que el país ha pasado de ser uno de los más peligrosos del mundo a un referente de seguridad en la región.
En el ámbito económico, Bukele mencionó varios proyectos destinados a fortalecer el desarrollo del país. Entre ellos, resaltó la importancia de los agromercados como una estrategia para beneficiar a los productores locales y mejorar el abastecimiento de alimentos en el mercado interno. También aseguró que su segundo mandato se enfocará en generar oportunidades económicas mediante inversiones estratégicas y apoyo a los emprendedores. Subrayó la importancia de consolidar la economía digital y seguir potenciando la implementación del Bitcoin como activo financiero para el país.
El presidente dedicó una parte de su discurso a abordar la Ley de Agentes Extranjeros, afirmando que su propósito es regular la influencia de fondos provenientes del extranjero en actividades políticas y sociales. Según su postura, esta ley busca garantizar la soberanía del país y evitar la manipulación externa en asuntos internos. Criticó a diversas organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación por, según él, actuar bajo intereses ajenos a los de la población salvadoreña.
A lo largo de su intervención, Bukele lanzó fuertes críticas hacia la oposición y algunos sectores internacionales que, según él, han tratado de desacreditar su gobierno. Expresó que a pesar de los ataques mediáticos y las campañas en contra de su gestión, los resultados son evidentes y la mayoría de los salvadoreños respaldan sus políticas. Reiteró que la transformación del país ha sido posible debido al apoyo masivo de la ciudadanía y a su determinación de desafiar las estructuras tradicionales de poder.
Para concluir, el presidente reafirmó su compromiso con El Salvador y aseguró que continuará liderando el país con firmeza. Destacó que su administración ha logrado lo que muchos consideraban imposible y que seguirá avanzando en seguridad, desarrollo económico y modernización del Estado. En su mensaje final, llamó a los salvadoreños a confiar en el rumbo que ha trazado su gobierno y les pidió que mantengan la esperanza en el futuro del país.
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